lunes, 25 de abril de 2011

La palabra (Francisco Bernàrdez)

En cada ser, en cada cosa, en cada palpitaciòn, en cada voz que siento, espero que me sea revelada, esa palabra de que estoy sediento. Aguardo a que la diga el firmamento, pero su boca inmensa està callada; la busco por el mar y por el viento, pero el viento y el mar no dicen nada. Hasta los picos de los ruiseñores y las puertas cerradas de las flores me niegan lo que quiero conocer. Sòlo en mi corazòn oigo un sonido que acaso tenga un vago parecido con lo que esa palabra puede ser.

Campaña contra la discriminaciòn

sábado, 4 de diciembre de 2010

Acabar con todo

Octavio Paz
Acabar con todo
Dame, llama invisible, espada fría, tu persistente cólera, para acabar con todo, oh mundo seco, oh mundo desangrado, para acabar con todo. Arde, sombrío, arde sin llamas, apagado y ardiente, ceniza y piedra viva, desierto sin orillas. Arde en el vasto cielo, laja y nube, bajo la ciega luz que se desploma entre estériles peñas. Arde en la soledad que nos deshace, tierra de piedra ardiente, de raíces heladas y sedientas. Arde, furor oculto, ceniza que enloquece, arde invisible, arde como el mar impotente engendra nubes, olas como el rencor y espumas pétreas. Entre mis huesos delirantes, arde; arde dentro del aire hueco, horno invisible y puro; arde como arde el tiempo, como camina el tiempo entre la muerte, con sus mismas pisadas y su aliento; arde como la soledad que te devora, arde en ti mismo, ardor sin llama, soledad sin imagen, sed sin labios. Para acabar con todo, oh mundo seco, para acabar con todo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

HAFIZ DE SHIRAZ




Hafiz de Shiraz 

Hafiz Shirazi, o simplemente Hafiz, en persa حافظ (Isfahán, actual Irán, 1325 - Shiraz, actual Irán, 1389) Poeta persa. Llamado originalmente Mohammed Shams od-Din, se le conoció como Hafiz ("preservador" en lengua árabe), que es como se llama a quien se sabe de memoria el Corán. Fue místico sufí y, ocasionalmente, poeta de la corte. Siempre ha existido un aire de misterio y leyendas alrededor de la vida de Hafiz, tal vez porque se han conocido muy pocos detalles de la misma.


No te aflijas

No te aflijas, la belleza volverá a alegrarte con su gracia, la celda de tristezas se convertirá un día en un recinto de rosas. No te aflijas, corazón que sufre, tu mal se cambiará en bien, no te retrases sobre aquello que te perturba, este espíritu trastornado conocerá de nuevo la paz, no te aflijas,una vez más la vida reinará en el jardín en el que suspiras y pronto verás, oh poeta de la noche, sobre tu frente, una cortina de rosas. No te aflijas si no comprendes el misterio de la vida, ¡detrás del velo se esconde tanta alegría!. No te aflijas si por algunos instantes las estrellas no giran de acuerdo con tus deseos, la rueda del tiempo no va siempre en la misma dirección. No te aflijas si por el santuario te internas en el desierto, y si las espinas te hieren. No te aflijas mi alma, si el torrente de los días convierte en ruinas tu morada mortal, puesto que tienes el amor para salvarte de este diluvio. No te aflijas si el viaje es amargo y la meta invisible; no hay ruta que no conduzca a una meta. No te aflijas en el humilde rincón en el que te crees pobre y en el abandono de las noches oscuras, puesto que te queda tu canto y tu amor.

martes, 28 de agosto de 2007

MAPA DEL TIEMPO (Eduardo Galeano)

Yo prefiero....QUERIENDO SER DOS.... Hace unos cuatro mil quinientos millones de años, año más, año menos, una estrella enana escupió un planeta, que actualmente responde al nombre de Tierra. Hace unos cuatro mil doscientos millones de años, la primera célula bebió el caldo del mar, y le gustó, y se duplicó para tener a quién convidar el trago. Hace unos cuatro millones y pico de años, la mujer y el hombre, casi monos todavía, se alzaron sobre sus patas y se abrazaron, y por primera vez tuvieron la alegría y el pánico de verse, cara a cara, mientras estaban en eso. Hace unos cuatrocientos cincuenta mil años, la mujer y el hombre frotaron dos piedras y encendieron el primer fuego, que los ayudó a pelear contra el miedo y el frío. Hace unos trescientos mil años, la mujer y el hombre se dijeron las primeras palabras, y creyeron que podían entenderse. Y en eso estamos, todavía: queriendo ser dos, muertos de miedo, muertos de frío, buscando palabras. Eduardo Galeano (de “Bocas del Tiempo”. Ed. Catálogos. Bs. As., abril de 2004).